La primera cualidad esencial para el éxito es el deseo de hacer – de ser algo. El siguiente paso es aprender cómo hacerlo; el siguiente es llevarlo a ejecución.
El individuo que es el más capaz de lograr cualquier cosa, es el que tiene una mente amplia; aquel que ha adquirido conocimientos. Así que, la persona que quiera tener éxito debe ser amplia; debe adquirir todo el conocimiento que le sea posible; debe estar bien preparada, no sólo en una rama de su negocio, sino en cada parte de el. Tal persona logra el éxito.
El secreto del éxito es siempre tratar de mejorarse a sí mismo, no importa donde estés o cuál es tu posición. Aprende todo lo que puedas. No busques hacer lo menos que puedas, sino lo que más puedas. Una persona así estará siempre en demanda, porque establece la reputación de ser trabajadora. Siempre hay espacio para ella porque las empresas progresistas nunca dejan que una persona trabajadora deje su empleo si pueden evitarlo.
El individuo que llega a la cima es resuelto, con coraje, esforzado y nunca el tímido, el incierto, el trabajador lento. Un individuo inexperto rara vez es puesto en una posición de responsabilidad y poder. El elegido es aquel que ha hecho algo, que ha obtenido resultados en una cierta línea o tomado la iniciativa en su departamento. Él es colocado allí a causa de su reputación de poner vigor y valentía en sus esfuerzos, y porque previamente ha demostrado que tiene valor y determinación.
El individuo que se elige en el momento crucial no suele ser un genio; no posee más talento que otros, pero ha aprendido que los resultados sólo pueden ser producidos por el incansable esfuerzo concentrado. Esos “milagros” en los negocios no sólo “suceden”. Él sabe que la única forma en que van a suceder es fijándose un propósito y llevándolo a cabo. Ese es el único secreto de por qué algunos tienen éxito y otros fracasan. El exitoso acostumbra a ver las cosas cumplidas y siempre se siente seguro del éxito. El que fracasa acostumbra a ver el fracaso, lo espera y lo atrae hacia él.
En mi opinión, con el tipo correcto de entrenamiento, cada persona podría ser exitosa. Es realmente una lástima que tantos hombres y mujeres, ricos en capacidad y talento, se permitan perderlo, por así decirlo. Algún día espero ver un filántropo millonario iniciar una escuela para entrenar a quienes fracasan. Estoy seguro de que no podría poner su dinero a un mejor uso. En el plazo de un año, la ciencia de la psicología práctica podría hacer maravillas para él. Él podría tener agencias en busca de hombres que han perdido el control sobre sí mismos; que han debilitado su voluntad; que a través de algún dolor o desgracia se han desanimado. Al principio todo lo que necesitan es un poco de ayuda para volver a pararse pero, por lo general, reciben un puntapié en su lugar. El resultado es que sus poderes latentes nunca se desarrollan y tanto ellos como el mundo son los perdedores.
Confío en que, en un futuro próximo, alguien va a prestar atención a la posibilidad de utilizar algunos de sus millones en levantar a quien ha comenzado a caerse. Todo lo que necesitan es que se les muestre que hay dentro de ellos una fuente omnipotente que está lista para ayudarles, solo necesitan hacer uso de ella. Sus mentes sólo tienen que ser volverse de la desesperación a la esperanza para recuperar su control.
El Poder de la Concentración por William Atkinson / Wisdom Collection
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