La Mentalidad Rica (Parte Final)



Es necesario que comprendamos que Dios es Prosperidad y que cada bendición procede de este recurso infinito e inexhaustible, la mente de Dios. Nosotros queremos conocer cada vez más de esta maravillosa ley y cómo aplicarla en la vida para que rápidamente nos traiga nuestra propia herencia.   

La mentalidad rica es siempre original. Tú eres original porque Dios te hizo así. Yo digo que tú eres original, pero ¿insistes tú en ello? O incluso ¿estás dispuesto a ser original? Me cuestiono aun si estás dispuesto a ser como Dios te hizo. ¡Qué espléndido y magnifico si todos estuvieran dispuestos a ser originales!  Ser original es ser Dios-humano. Es sentirse bien y sentirse en casa. Cuando no te sientes en casa es porque hay demasiada simulación. Quiero decir que estamos demasiado dispuestos a ir con la multitud, que preferimos ser una falsificación que el ser genuino que Dios nos hizo.  Habría una gran transformación si tomaras la postura de que Dios nunca hizo dos exactamente iguales. Todos somos independientes y, sin embargo, hermosamente interdependientes – en un modo independientes y de otro modo, interdependientes.

Si reconociéramos esto, nunca habría egoísmo ni discordia. Sería el plan de Bellamy rindiendo sus frutos. Cada individuo encontraría su trabajo, su lugar y todos estaríamos haciendo lo que disfrutamos hacer. ¡Esa verdaderamente sería la Edad de Oro!

Insiste en la originalidad y los recursos vendrán a ti cuando seas empujado o arrinconado. Tú serás el ser ingenioso que Dios te hizo. Dios impresionará sobre ti la nueva forma y medios a seguir.

Tengo un primo en el oeste que es un pensador original, él nunca insiste en hacer las cosas como lo hacen otras personas. Tiene ideas propias porque se atreve a pensar con Dios y dejar que Dios piense a través de él. Él cree que si pierde todo lo que tiene, fácilmente podría recuperarlo a través de esta conciencia. Un día, hablando con algunos amigos del club, él afirmó que si se le daba una sustancia, aunque pareciera inútil, la haría producir algo sin el uso del capital. Los amigos lo tomaron y él prometió probarlo.

Mirando por alguna sustancia, ellos vieron un montón de latas que estaban a punto de entrar en el carro de la basura. Ciertamente parecía inútil e imposible. Pero los amigos dijeron: “¡Ahí está!” y salieron del lugar riendo. Él se sintió casi vencido por su sustancia, pero la miró y concentró su mente en esta lata y dijo: “Esta lata me dirá qué puede hacer, qué puede formarse y qué puede salir de ella”. En ese momento vino a su mente la imagen de una pequeña caja de fósforos. Y así comenzó a cortar y doblar y muy pronto había formado una pequeña caja de fósforos. Llamó a un niño que pasaba y le pidió que llevara la caja de fósforos e intentara venderla por veinticinco centavos; que si lo hacía, le daría diez centavos por venderla.  El muchacho regresó encantado un poco más tarde, vendió la caja de fósforos por veinticinco centavos y recibió los diez centavos prometidos. Entonces, con este capital de quince centavos, mi primo invirtió en pintura con la que decorar las cajas de fósforos. El niño, tan feliz con su venta, pronto trajo a otros niños que también querían vender cajas de fósforos y así, en el transcurso de varias semanas tuvo un gran capital como resultado de esos desechos de latas. Y él demostró que hay una ley dentro de nosotros que nunca permaneceremos abatidos o abrumados, si no creemos que estamos abatidos o abrumados, sino que mantenemos la vista en la salida original. 



Nosotros, desde el púlpito, hemos tenido una enseñanza tan falsa sobre la prosperidad. No obstante, las iglesias y las catedrales se erigen como monumentos de prosperidad, aunque los ministros han declarado que Cristo era pobre y que, de alguna extraña manera, sus seguidores también deberían ser pobres. Jesucristo no era pobre ¿Cómo puedes pensar que él era pobre o que es pobre? Porque todos somos pobres en comparación con él, como estamos manifestando hoy. Si no sabes en qué consiste la riqueza, ¿no eres pobre como un Vanderbilt, quien en su lecho de muerte gritó: “Pobre y, de hecho, necesitado” porque su riqueza consistía en cosas que no podía llevar consigo, y su mente era un vano vacío. 

Jesucristo fue el hombre más rico que jamás pisó esta tierra. Él no necesitaba ejercer ningún esfuerzo para mantenerse a sí mismo. Él envió a sus discípulos, diciéndoles que no llevaran dos mantas o sandalias, o llevar alforja con ellos, porque, dijo: “El hombre que envío es digno de su salario”, es decir, será mantenido por una Ley Divina. Después de un tiempo les dijo: “Cuando yo los envié sin bolsa ni alforja, ni sandalias ¿acaso les faltó algo?” y ellos dijeron:” No, señor, no nos faltó nada” (Lucas 22:35)

Jesucristo no era pobre. ¿Serías pobre si pudieras curar todas las enfermedades que vinieran a ti? ¿Serías pobre? ¿Serías pobre si pudieras resucitar de la tumba a un hombre muerto? ¿Serías pobre si pudieras convertir el agua en vino? ¿Serías pobre o rico? ¿Serías pobre si pudieras tomar dos panes y cinco peces y alimentar a cinco mil hoy, con todo lo que quieran, y tener mucho mas de sobra? ¿Serías pobre o serías rico? Sé sensato, ¿Jesucristo fue pobre? Porque él tenía la Mente milagrosa trabajando – La Mente que aumenta a través del pensamiento rico, el conocimiento rico. Y entonces mi Cristo no es un Cristo pobre. Ojalá yo fuera así de rico. ¿Qué serían un millón de dólares en tus manos para ese poder que él poseía? ¿Cuál tomarías? Nadie dudaría un segundo, si son sensatos. Serías rico con ese conocimiento.

Pablo dice que aunque Cristo era rico, asumió la pobreza para que nosotros pudiéramos ser ricos. Es decir, asumió la apariencia de pobreza y demostró que tener no es prosperidad, pero si uno piensa ricamente, de hecho, es la persona más rica.



Si estás trabajando conscientemente con la gran ley de Dios, estás inspirado. Pregúntate a ti mismo “¿Estoy inspirado en el trabajo que hago? ¿Pongo entusiasmo en mi trabajo? ¿O estoy trabajando como un esclavo, controlado y atado?” Si es lo último, sánate de estos pensamientos y vuélvete entusiasta.

La mentalidad rica no desprecia el trabajo ni menosprecia ningún tipo de trabajo. Le encanta trabajar porque se inspira en todo lo que hace. Dije que ningún individuo debería trabajar solo por dinero. Un hombre demostró esto una vez contratando a una persona por tres dólares al día solo para sacar un ladrillo de un lugar en un lado de la calle y colocarlo en otro lugar, al otro lado de la calle y viceversa, durante todo el día. Al principio, la persona entró en el trabajo con diligencia, pero pronto se cansó y el resultado fue que dejó el trabajo, se negó a trabajar en eso y dijo que prefería morir de hambre que trabajar un día más en un trabajo tan terrible como ese.

No estamos aquí para trabajar por nada menos que para desplegar nuestra naturaleza de Dios, nuestro Yo Divino, y esto no es posible cuando nos concentramos solo en el dinero. ¿Qué es el dinero? ¿Por qué? Tú eres el creador y hacedor del dinero. Pones en el dinero todo lo que lo hace valioso y puedes retirarlo y no vale más que arena. Dios no hizo valioso el dinero; para él no hay diferencia entre una piedra común y un diamante.



Tú debes dar si quieres obtener; el individuo que se olvida de dar, olvida cómo recibir.  El cierra la puerta de la receptividad; cierra la puerta de la vida y es como un lago, el cual, a menos que se abra en ambos extremos, se estanca. Muchas personas están sembrando enfermedades, pobreza física y miseria de todo tipo, al no mantener la otra mitad de la Ley de la Prosperidad. Ellos solo quieren recibir, pero la ley no es un hemisferio, es una esfera. Solamente juntando las dos partes y reconociendo que dar y recibir deben se iguales, podrás enlazarlos en una unidad y tener la Ley trabajando para ti. “Con la vara que mides, serás medido”  

Esta mente, que es la Mentalidad Rica, nunca se ofende ni recibe un insulto. Piensa en eso: Nunca recibe un insulto. Nunca se siente herida y nunca se desalienta; nunca es celosa; nunca se enoja, porque el enojo es pobreza de la conciencia; nadie se enoja hasta que piensa que él es ineficaz o es consciente de algún sentido de debilidad. La mentalidad rica nunca conoce la malicia; el resentimiento nunca se le sugiere. Nunca es insegura del bien o de sus posibilidades. Nunca escucha las palabras de mal reporte y, por lo tanto, nunca las repite. No chismea ni le gustan las cosas injustas porque la mentalidad rica es AMOR. Siempre tiene palabras de elogio para todos los que vienen a su presencia. No tiene enemigos, no es egoísta y no conoce el orgullo. “Deja que esta mente esté en ti” y tu cuerpo se volverá perfecto, perdurable, fuerte y hermoso, y tus asuntos llenos de deleite y abundancia.

La mentalidad rica no busca fallas, no se queja; nunca se preocupa, no se inquieta ni tiene miedo; nunca es ansiosa, ni derrotada; nunca pelea, resiste, ni en cobardía vuelve atrás. El odio es desconocido para ella, y la muerte no tiene terrores; mientras que la enfermedad está completamente bajo su control. Nunca está triste ni sombría; nunca se detiene en el mal ni por un minuto; nunca duda del poder del bien: no condena ni juzga; todo porque esta es la Mente de Dios, la Mente más rica en todo Ser.

Guardemos silencio por un momento y mantengamos estas declaraciones. Relajémonos y abramos nuestros corazones para el Ser Superior, para el Ser más abundante, para el Ser Único de nosotros que no es dualidad, ni multiplicidad, ni división, sino Un Ser, radiantemente hermoso y divino.

Silencio

 

Yo Soy rico en el amor de Dios.

Yo doy lo mejor al mundo y lo mejor que el mundo tiene, regresa a mí.

Yo Soy prosperidad. Yo Soy éxito. Dios me hizo así.

Yo reclamo lo mío libremente y sin miedo.

Mi prosperidad se basa en el verdadero fundamento, por lo tanto, es inmutable, es Dios y el Espíritu, sombreando y morando, mi único y eterno bien.

Amén.


Conferencia realizada por Harriet Hale Rix en el Hotel Brighton, Washington EE.UU en Septiembre de 1914. / Traducción Marcela Allen Herrera


VER CONFERENCIA PARTE 1

VER CONFERENCIA PARTE 2


 

¡ Suscríbete a nuestro blog!

¡Regístrate para recibir Felicidad en tu correo electrónico!

No enviamos spam. Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

ARTÍCULOS INTERESANTES

PUBLICIDAD

ARTÍCULOS INTERESANTES

PUBLICIDAD