¿Cómo podemos esperar hacer que el mundo vea el camino correcto a menos que desbordemos de alegría? El mundo tiene ahora demasiadas caras tristes. Los vemos en todas partes con una mirada resignada que parece decir: “Un desaire más o uno menos no hace ninguna diferencia. Ya estoy tan triste que nada importa. Puedo soportarlo”.
Esto estaba bien cuando pensábamos que todo estaba mal, pero ahora que sabemos que “todo está bien con el mundo” debemos superar esta depresión que nos priva del poder de atracción de las cosas buenas de la vida y “entrar en el reino”.
La persona que siempre está contenta atraerá y se rodeará de personas felices, eventos felices, entonces, la vida será un disfrute continuo. Esto no roba a nadie. No hace una raza de personas irresponsables. Hace un mundo de alegría, un mundo en el que es bueno vivir.
Nadie quiere asociarse con los muertos. Las personas buscan una expresión de vida más abundante, no depresión y críticas. No encuentres fallas en nadie, y más que esto, no encuentres fallas en ti mismo. Supera el pensamiento de condenar a las personas y las cosas. Las personas y las cosas están bien, déjalos en paz y disfruta de la vida. Tu propia atmósfera animará y elevará a las personas que se contactan contigo y una nueva vida entrará en ellas.
La vida es para nosotros hoy. No habrá cambios mañana a menos que hagamos el cambio hoy. Hoy estamos poniendo en marcha el poder del mañana. Hoy es el día de Dios y debemos extraer lo mejor de el. En el curso divino de los acontecimientos el mañana se cuidará solo.
El alma que aprende a vivir en la gran alegría de hoy, nunca se cansará de la vida; por su propia experiencia sabrá que la alegría es un poderoso imán para atraer las cosas buenas. Todo el bien es suyo, ahora. Toda la vida, la verdad y el amor son suyos, ahora. Ha entrado en el reino y las cosas buenas de la vida son suyas hoy.
Charlas sobre Ley Mental y Espiritual, por Ernest Holmes, 1918.