Es maravilloso cómo el cultivo del hábito de disfrutar de las cosas transformará toda la vida y podremos ver todo bajo una luz diferente. Esto no sugiere falta de seriedad o frivolidad; es el desarrollo normal y natural del humor. Las grandes naturalezas saludables siempre son amantes de la diversión.
Es positivamente pecaminoso reprimir las tendencias alegres en los jóvenes: rebosantes, alegres y felices, gozosos en la mera existencia. Una cara seria y sombría en un niño debiera ser impensable. Es incompatible con el plan de Dios. ¿Qué tiene que ver la preocupación y la ansiedad con la vida joven? La preocupación, la ansiedad y la inquietud en una cara joven muestran que alguien tiene la culpa.
“Ríete hasta que yo regrese” fue el adiós del padre Taylor a su amigo el Dr. Bartol. No obstante, mucha gente ha arruinado su poder de la risa. Para ellos, el sentido del humor es una debilidad, frívolo e inconsistente con la vida seria y sobria. La vida es algo que se debe tomar en serio, dicen. Estas personas sienten el peso de los males del mundo. Están cargados con esta responsabilidad. No pueden entender cómo alguien puede adoptar una visión de la vida tan ligera y frívola como para pasar el tiempo haciendo actividades divertidas. Estas personas nos dan la impresión de que todo el universo se detendría si no fuera por ellos. Dan vueltas con un aire seriamente agraviado con el mundo descansando sobre sus hombros.
Las personas alegres no solo son las más felices, sino las más longevas, las más útiles y las más exitosas. Esta pequeña variedad de humor, el amor por la diversión en la naturaleza humana, es un lubricante normal y natural que aceita la maquinaria de la vida y hace que funcione sin problemas.
Lydia Maria Child solía decir: “Pienso en la alegría en todas las formas posibles. Cuelgo prismas en mi ventana para llenar la habitación de arcoíris”. Este es el tipo correcto de filosofía, la gran medicina de la mente, el mejor tónico para el cuerpo.
El hábito de mirar el lado brillante, el lado de la risa o el lado lúdico de las cosas, es una fortuna en sí mismo. Prefiero ser millonario de alegría y luz que de dólares.
No importa cuál sea tu trabajo, aprende a encontrar la felicidad en todas partes. El amor por la alegría se puede cultivar como cualquier otra facultad, y en la vida práctica tendrá más valor para ti que una educación universitaria sin ello. Esta es la riqueza que todos pueden acumular: la riqueza de la alegría.
No importa cuán dura sea tu suerte, cuán oscuro pueda parecer el día, si trabajas con un poco de buen humor, elevarás tu vida por encima de una existencia aburrida. Si logras reírte durante el día, tu trabajo no parecerá tan difícil. Aliviará la rutina y la tristeza. Un estado de ánimo serio y aburrido durante todo el día, no solo te hará muy poco interesante para los demás, sino que hará que tu propia carga sea difícil. Una buena risa elimina las preocupaciones, las dudas y alivia la gran tensión de la vida moderna.
Si hay alguien que nos aburre es el individuo que no tiene diversión en él, que nunca puede ver una broma, que no tiene el sentido de lo lúdico como para encontrar algo que llame la risa cada hora de cada día.
“Es mejor una mente demasiado pequeña que una demasiado seria”. Nos da la alegría que es independiente de las circunstancias y que nos eleva incluso por encima de un entorno de hierro.
Sonríe de vez en cuando, harás que tu corazón parezca más ligero. La vida es un espejo: si sonreímos, las sonrisas vuelven a nosotros. Si estamos frunciendo el ceño todo el tiempo, ese ceño fruncido vendrá a nosotros.
Alguien le dijo a un señor: “Estás en la sombra de los setenta, supongo”, El respondió “No, estoy del lado soleado”.
Así también nosotros podemos aprender a mirar la vida, desde el lado soleado.
Por Orison Swett Marden / Traducción y Adaptación Marcela Allen Herrera