Preguntas y Respuestas
¿Sobre qué principio depende la teoría y práctica de todo sistema de metafísica existente? Sobre un conocimiento de la “Verdad” referente a ti y al mundo en el que vives.
¿Cuál es la “Verdad” referente a ti mismo? El verdadero “Yo” es espiritual y por lo tanto, nunca puede ser menos que perfecto.
¿Cuál es el método para destruir cualquier forma de error? Convencerse absolutamente a sí mismo de la “Verdad” respecto a la condición que deseas ver manifestada.
¿Podemos hacer esto para otros? La mente universal en la cual “vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser” es una e indivisible, por lo tanto, es posible ayudar a otros como a nosotros mismos.
¿Qué es la Mente Universal? La totalidad de toda mente en existencia.
¿Dónde está la Mente Universal? La Mente Universal es omnipresente, existe en todas partes. No hay lugar donde no esté. Por lo tanto, está dentro de nosotros. Es “el mundo interior.” Es nuestro espíritu, nuestra vida.
¿Cuál es la naturaleza de la Mente Universal? Es espiritual y consecuentemente creativa. Busca expresarse a sí misma en forma.
¿Cómo podemos actuar en la Mente Universal? Nuestra capacidad de pensar es nuestra capacidad de actuar en la Mente Universal y traerla a manifestación para beneficio de nosotros mismos o de otros.
¿Qué se entiende por pensar? Pensamiento claro, decidido, calmado, deliberado y sostenido con un fin definido a la vista.
¿Cuál será el resultado? Tú también podrás decir, “no soy yo quien hace las obras, sino el Padre que habita dentro de mí, él hace el trabajo.” Tú sabrás que el “Padre” es la Mente Universal y que él realmente y verdaderamente habita dentro de ti, en otras palabras, sabrás que las maravillosas promesas hechas en la biblia son un hecho, no ficción, y pueden ser demostradas por cualquiera que tenga suficiente entendimiento.
Los templos tienen sus imágenes sagradas, y vemos qué influencia siempre han tenido sobre una gran parte de la humanidad; pero, en verdad, las ideas y las imágenes en la mente de los hombres son los poderes invisibles que constantemente los gobierna; y a estos todos ellos rinden universalmente una constante sumisión.
– Jonathan Edwards
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