Lo que sea que suceda, debemos acercarnos a ese evento en esa actitud que cree que todo está bien. Nunca debiéramos permitir la actitud que condena o se queja, ni siquiera cuando las cosas han demostrado estar equivocadas. Dicha actitud es perjudicial para nuestras propias mentes, porque invariablemente produce discordia.
Cuando enfrentas todas las cosas con la expectativa de que estarán bien, siempre encontrarás algo sobre ellas que efectivamente está bien. Puedes apropiarte de ese ‘algo’ y así obtener beneficios de todo lo que sucede. Sin embargo, la persona que espera encontrar la mayoría de las cosas mal, no verá lo bueno que puede existir entre las cosas que se le presenten; por lo tanto, ganará mucho menos de la vida que su prójimo que es más sabio. Pero lo que es igualmente importante, el individuo que espera encontrar todo bien, gradualmente gravitará hacia aquellas personas y circunstancias que son correctas. El individuo que espera encontrar todo mal, generalmente encuentra lo que espera.
El efecto de estas dos actitudes sobre la mente y el carácter es aún más importante, porque el individuo es como su mente y su carácter; y como es el individuo así también lo es su destino. El individuo que espera encontrar la mayoría de las cosas mal y enfrenta el mundo en esa actitud, está constantemente impresionando el mal en su mente, y ya que gradualmente nos convertimos en la semejanza de aquello en lo que más pensamos, él está construyendo sobre arena movediza.
La mente que constantemente busca lo malo, no puede ser saludable. Tal mente no está en armonía con la ley del crecimiento, el poder y la habilidad; por lo tanto, nunca puede hacer lo mejor. Los pensamientos insanos constantemente debilitarán el carácter y la mente; el mundo está lleno de ejemplos. Siempre hay algo mal en la vida de esa persona que constantemente espera encontrar las cosas mal y la razón es simple. Sus propias expectativas están reaccionando sobre sí mismo; pensando en el mal, él está creando el mal y, por lo tanto, lo malo en cada parte de su vida.
Sin embargo, el individuo que espera encontrar todo bien y enfrenta el mundo en esa actitud, diariamente está alimentando su mente con pensamientos correctos, pensamientos sanos y pensamientos constructivos; él piensa más en aquello que es bueno y, por lo tanto, está creciendo cada vez más en la semejanza de aquello que es bueno, perfecto, digno y favorable; él está cambiando diariamente para mejor y a través de este constante cambio, sube en la escala y de este modo, se encuentra con algo cada vez mejor a cada paso. Al esperar encontrar todo lo bueno, encuentra más y más de lo que es bueno, y a medida que se va haciendo más fuerte en mente, carácter y alma, se ve cada vez menos afectado por esas pocas cosas que pueden no ser como deberían ser.
Cuando enfrentes una decepción hazlo con la convicción de que todo está bien, porque a través de esta actitud, entras en armonía con el poder que está detrás del evento en cuestión y así conviertes la decepción en un canal a través del cual se puede asegurar un bien mayor.
Aquellos quienes duden de esto, deberían intentarlo; descubrirán que se basa en hechos científicos exactos. Intenta elevarte de la decepción y todos los poderes comenzarán a elevarse contigo y comenzarán a trabajar contigo y ayudarte a alcanzar la meta que tienes en vista. De este modo, descubrirás que todo siempre es por mejor, porque a través de la actitud mental correcta, hiciste que todo funcionara de tal manera que lo mejor ocurrió como resultado final.
Extracto del Libro ” El Ideal Hecho Realidad” por Christian Larson – Wisdom Collection