Toda persona exitosa es una persona de “fe”, toda persona exitosa es alguien que cultiva la esperanza. Una persona exitosa siempre tiene esperanzas, nunca es pesimista y por la fuerza de su fe, trae a existencia y a la realidad lo que espera.
Por lo tanto, en primer lugar, debes cultivar la Esperanza y la Fe, ya que sin estas cualidades nadie puede tener éxito, sin importar cuán dotado o inteligente sea.
Sin Esperanza, una persona está tan bien como muerta; sin Fe, es como un barco sin timón que va de aquí para allá con cada viento y corriente. Por otro lado, todas las cosas son posibles para quien tiene ambas cualidades. Observa las vidas de todos aquellos que han logrado grandes cosas y verás que todos fueron animados por la esperanza y sostenidos por la fe. Ellos esperaban el éxito y creían que lo tenían en ellos. En sus horas más oscuras esperaban, creyendo que pronto llegaría la reacción, la que los llevaría al cumplimiento de sus anhelos. El hombre en este planeta nunca ha logrado nada sin la inspiración de la Esperanza y la tenacidad de la Fe. La esperanza avanza y reclama el éxito, la fe se mantiene hasta que se alcanza el éxito.
Por lo tanto, busca desarrollar estas cualidades en toda su extensión.
Espera tiempos mejores, aunque el presente pueda ser desalentador. Fe en la segura creencia de que pronto desaparecerán todos los síntomas desagradables. Mantén la esperanza; por la fe espera y sigue aferrado y vencerás.
No te desanimes por el fracaso aparente, nunca nada se ganó sin esfuerzo. Lo que se puede tener sin esfuerzo, no vale la pena. Acepta el hecho de que esta perturbación en tu vida demuestra que se están produciendo cambios vitales en tu interior, que los vastos poderes de tu mente subliminal están empezando a despertar y que las entidades de tus antiguas creencias y hábitos erróneos están comenzando a alejarse.
Cree ahora que puedes conquistar y ganar, y conquistarás y ganarás. Lo que crees que puedes hacer, puedes hacerlo, porque todo el poder está dentro de ti. No hay nada en todo el mundo que pueda detenerte, excepto tu propia duda y miedo.
Quiero que confíes en mí hasta el punto de hacer algo. Quiero que hagas lo que se conoce como una “afirmación”, quiero que afirmes lo siguiente:
“La antigua vida está muerta y sepultada. Yo me he separado de ella de una vez por todas. Ahora yo vivo la nueva vida de éxito y poder, de autodominio y triunfo”.
Memoriza estas palabras. Sigue repitiéndolas hasta que se desciendan profundamente en tu memoria y su significado encuentre un lugar en tu consciencia. Si puedes tomar unos momentos para ti durante el día, practica las afirmaciones.
La forma correcta es la siguiente: anda a un lugar tranquilo, ya sea que te sientes o te recuestes, no es importante. Ahora cierra los ojos y di las palabras muy en serio. Esfuérzate por comprender todo lo que significan y dirige las palabras a tu mente interna. Es tu mente sumergida la que estás influenciando, así que aborda la afirmación muy en serio.
Realiza esto por varios minutos y termina haciendo la afirmación al espacio. Lánzalo como un mensaje al Universo y al hacerlo, entrarás en armonía con innumerables fuerzas invisibles, quienes te ayudarán y te fortalecerán.
No hagas la afirmación mientras estés en un estado de tensión nerviosa. Relájate, respira profundamente y, mientras exhalas, deja que tus músculos se relajen; tranquiliza tus nervios hasta que todo tu cuerpo se encuentre en un estado pacífico y sereno. Concentra tus pensamientos en lo que estás haciendo. Si ellos vagan tráelos de regreso y comienza de nuevo. Cuanto más te concentres, mejor será el resultado.
Es un hecho científico comprobado que creces a la semejanza de aquello sobre lo que meditas. Si meditas en el mal, el mal entrará en tu vida; si meditas en la venganza, tu vida se convertirá en un infierno de problemas; por otro lado, si meditas sobre la felicidad y otros estados mentales superiores, entonces la felicidad será tuya, y si dejas que tus pensamientos se detengan en la “paz”, entonces la paz mental será el resultado.
Todos estos estados y muchos otros están dentro de ti; pueden ser llamados por la meditación. Tú puedes llamar el bien o el mal, el éxito o el fracaso, la fortaleza o la debilidad, la felicidad o el dolor, todo está en tus propias manos.
Extracto del libro “Como Crear la Vida que Deseas” de Henry Hamblin – Wisdom Collection.