¿Deseas, por sobre todo, vivir una vida serena, útil y exitosa? ¿Quieres salir de las pequeñas limitaciones de la convencionalidad? ¿Salir del dolor, el pecado y la enfermedad? ¿Lejos de las pequeñas heridas de la vida cotidiana? ¿De verdad quieres alejarte de ellos? ¿Estás dispuesto a trabajar en la salvación que está en ti?
¿O prefieres quedarte inmóvil y quejarte del universo en general y de todos en particular? ¿Deseas salud y prosperidad, felicidad y una labor más amplia para trabajar todos los días y todo el día para ello, como trabaja un hombre que desea ser un gran músico, un artista o un erudito? ¿O simplemente deseas que alguien te lleve cómodamente “en una cama de flores” a un cielo de felicidad y prosperidad?
¿Estás DECIDIDO a tener salud, felicidad y prosperidad material, y ser más útil, sin importar lo que cueste ni el tiempo que tarde?
Entonces, ¡los tendrás! Sin lugar a duda, llegarás allí. No podrías fallar aunque lo intentaras. El Yo Soy está contigo todo el camino y, al mismo tiempo, el Yo Soy ya está allí.
Te diré algo que fue una inmensa ayuda para mí para llegar allí: fue el SOL. Shelton dice que el sol es Dios. No debería sorprenderme si está en lo correcto. Pero no estoy segura de que lo sea. No obstante, el sol me ayudó a reconocer mi verdadero Ser, mi Ser omnisciente, amoroso, todopoderoso y serenamente feliz. Tu verdadero Ser es tan grandioso como el mío, y debes estar absolutamente seguro de que encontrarás a tu verdadero Ser, una vez que te lo propongas.
La razón por la que aún no lo has encontrado es que has dedicado la mayor parte de tu tiempo a observar el Yo de otras personas. Has sido descortés contigo mismo, con tu propio Ser. Has consultado a Fulano, Mengano y Zutano, antes que a ti mismo. Y has llamado a tu Ser con todo tipo de nombres. ¡No es de extrañar que se haya metido en su caparazón y cerró la entrada detrás de él! ¡No es de extrañar que pienses que él no sabe mucho! Pero sabe, ¡y hará cualquier cosa por ti si solo eres un poco cortés con él!
Sé cortés, amoroso y respetuoso con tu propio Ser. Dile que, después de todo, es un buen tipo, el mejor amigo que tienes. Pídele consejo y úsalo. Y deja que él haga cosas por ti. Todo lo que quiere es reconocimiento y hará lo que quieras que se haga, y lo hará mejor de lo que nadie puede hacerlo.
Por Elizabeth Towne, 1902.