Los deseos del corazón son concedidos

Si persistentemente deseamos que lleguen cosas buenas a nosotros, con propósitos desinteresados, y al mismo tiempo cumplimos fielmente con los deberes que tenemos más cerca, eventualmente encontraremos que nuestros deseos son realizados de la manera más inesperada.

Nuestra fuerza de pensamiento ha demostrado ser una cuña, abriendo el aparentemente inaccesible muro de circunstancias.  

Leer buenos libros, pensar y reflexionar sobre lo que lees; cultivar todas las cualidades agradables que observes en los demás y eliminar de tu naturaleza todos los rasgos indignos y desagradables; estudiar a la humanidad con la idea de ser servicial y compasivo; todos estos esfuerzos te ayudarán en la realización definitiva de tus deseos.      

Es un hecho comprobado que si realizamos ejercicios de estiramiento, poniéndonos de pie, con prendas sueltas y estirando los músculos del cuerpo para alcanzar algún punto por encima de nosotros, aumentamos nuestra estatura. Del mismo modo, si mentalmente y espiritualmente continuamente estamos alcanzando un plano superior, estamos creciendo.

Cada mínimo pensamiento del cerebro es un cincel que va tallando nuestro carácter, y nuestro carácter va construyendo nuestro destino.

La demanda incesante y persistente de nuestros corazones y mentes DEBE ser concedida.


El Corazón del Nuevo Pensamiento por Ella Wheeler Wilcox (1903)


¡ Suscríbete a nuestro blog!

¡Regístrate para recibir Felicidad en tu correo electrónico!

No enviamos spam. Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Te puede interesar...