Se dice que la felicidad debe ganarse. Pero ¿Cómo se gana? Mediante el perfecto control de la naturaleza emocional.
No puede haber felicidad donde hay miedo, recelo o aprensión. Cuando tenemos perfecta fe en Dios viene un sentimiento de seguridad y felicidad.
Cuando el individuo sabe que hay un poder invencible que lo protege a él ya todo lo que él ama, y que trae todos los deseos justos de su corazón, entonces, relaja toda tensión nerviosa y se vuelve feliz y satisfecho. Ya no es perturbado por las apariencias adversas, porque sabe que la Inteligencia Infinita protege sus intereses y utiliza cada situación para hacer realidad su bien.
“Abriré caminos en el bosque y ríos en el desierto”.
Inquieta yace la cabeza que tiene el ceño fruncido. La ira, el resentimiento, la mala voluntad, los celos y la venganza, roban la felicidad de las personas y traen enfermedad, fracaso y pobreza a su paso. El resentimiento ha arruinado más hogares que el alcohol y ha matado a más gente que la guerra.
Por ejemplo: había una mujer sana y feliz, y estaba casada con un hombre al que amaba. El hombre murió y dejó parte de su patrimonio a un familiar. La mujer se llenó de resentimiento. Perdió peso, ya no podía hacer su trabajo, desarrolló cálculos biliares y se volvió muy enferma. Un día, la visitó un metafísico. Él dijo: “Mujer, mira lo que te han hecho el odio y el resentimiento; han hecho que se formen duras piedras en tu cuerpo y solo el perdón y la buena voluntad pueden curarte”.
La mujer vio la verdad de la declaración. Ella se volvió armoniosa e indulgente y recuperó su espléndida salud.
AFIRMACIONES
- Ahora estoy inundado con la felicidad que se planeó para mí en el principio. Mis graneros están llenos, mi copa rebosa de alegría.
- Mi bien infinito ahora viene a mí de infinitas maneras.
- Yo tengo una maravillosa alegría, de una manera maravillosa. Mi alegría ha venido para quedarse.
- Cada día me llegan sorpresas felices. “Miro con asombro lo que está delante de mí”.
- Yo camino con valentía hacia el león en mi camino y encuentro que es un amistoso perrito.
- Yo soy armonioso, feliz, radiante; separado de la tiranía del temor.
- Mi felicidad está construida sobre roca. Es mía ahora y para toda la eternidad.
- Mi bien ahora fluye hacia mí en un corriente de felicidad constante, ininterrumpida, cada vez mayor.
- Mi felicidad es asunto de Dios, por lo tanto, nadie puede interferir.
- Ya que soy uno con Dios, ahora yo soy uno con el deseo de mi corazón.
- Doy gracias por mi felicidad permanente, mi salud permanente, mi riqueza permanente, mi amor permanente.
- Yo soy armonioso, feliz y divinamente magnético, y ahora atraigo mis barcos sobre un mar en calma.
- Las ideas de Dios para mí son perfectas y permanentes.
- El deseo de mi corazón es una idea perfecta en la Mente Divina, incorruptible e indestructible, y ahora se manifiesta, bajo la gracia en una forma mágica.
“Tu Palabra es tu Varita Mágica” por Florence Scovel Shinn