Simplemente alégrate y tendrás mejores razones para estar alegre. Vendrán más y más cosas que te alegrarán.
Simplemente alégrate y tu destino cambiará; comenzará una nueva vida y un nuevo futuro surgirá para ti. Todas las cosas que son buenas y deseables comenzarán a llegar a tu mundo en mayor medida, y serás enriquecido mucho más allá de tus expectativas, tanto desde afuera como desde adentro. Y la causa del cambio es esta: que todas las cosas responden al llamado de regocijo; todas las cosas se reúnen donde la vida es una canción.
Cuando tengas la tentación de sentirte desanimado o decepcionado, simplemente alégrate. Debes saber que tú puedes, di que lo harás y mantente firme en tu resolución. Sé fuerte y sé alegre. Porque cuando la fuerza y el regocijo se combinan en tu alma, todo rastro de tristeza o decepción debe desaparecer.
Combina la fuerza con el regocijo y ejercerás un poder mágico – poseerás un secreto que te servirá soberanamente sin importar cuáles sean tus dificultades u obstáculos. Toda alegría es luz y es la luz lo que disipa la oscuridad.
Cuando las cosas no te den satisfacción, procede a crear satisfacción en tu propio corazón y tu alma. Y puedes hacerlo si siempre te alegras. Además, las cosas pronto cambiarán para mejor si continúas en el espíritu de regocijo. Es la ley que, tarde o temprano, todas las cosas buenas vendrán y estarán donde se encuentra la mayor felicidad.
Si has perdido algo, no te arrepientas. Alégrate y comienza de nuevo. Alégrate de poder comenzar de nuevo. Alégrate de saber que el futuro siempre es más rico y mejor que el pasado, si solo intentamos hacerlo así. Luego, olvida la pérdida y regocíjate en el hecho de que tienes el poder de asegurar algo mucho mejor a cambio. Tú sabes que tienes este poder; entonces nunca puedes estar de otra manera que no sea alegre.
Cuando el destino parezca cruel, no seas cruel contigo mismo desanimándote o desalentándote. En cambio, regocíjate en el gran hecho de que eres más grande y más fuerte que cualquier destino; que tienes el poder de dominar toda tu vida y determinar tu destino de acuerdo con tu propia voluntad invencible. Luego, decide que comenzarás de inmediato a demostrar esa fortaleza y harás que todos los elementos del destino vengan contigo y trabajen contigo para construir ese futuro mejor que a menudo has anhelado en tus visiones y sueños.
Por lo tanto, sea cual sea tu destino, simplemente alégrate. Tú puedes cambiarlo todo. Y a medida que procedes a ejercer este derecho divino, la oscuridad de hoy se convertirá en el rayo de sol del mañana, y las decepciones del presente se convertirán en los pastos verdes del futuro.
Cuando los infortunios o las catástrofes se hayan apoderado de tu vida, no pienses que el destino o la Providencia lo han ordenado así. No pienses que tiene que ser así. En cambio, olvida el dolor y la pérdida y felicítate por el hecho de que ahora tienes el privilegio de construir cosas más grandes de lo que nunca antes habías conocido. No llores por la pérdida; sino regocíjate al pensar que ahora estás llamado a probar la grandiosa sabiduría y poder dentro de ti. Has sido llevado a un mundo nuevo. Ante ti se encuentran vastos campos de oportunidades no desarrolladas e inexploradas, campos que no hubieras conocido si esta aparente desgracia no te hubiera sucedido. Así que cuéntalo como alegría. Todas las cosas están trabajando juntas por un bien mayor. Ahora te corresponde a ti avanzar con alegría y aceptar el bien mayor. Una vida más rica y un futuro más grande están esperando.
Debes recordar siempre que la fuente de la alegría dentro de tu propia alma, es infinitamente mayor que todas las fuentes externas de alegría juntas.
Simplemente alégrate. Ya sea que haya algo por lo que alegrarse o no, simplemente alégrate. Es el camino real hacia la felicidad. Es el camino real hacia todo lo que es valioso y bello en la vida. Sobre todas las cosas, posee alegría y tú pronto poseerás esas cosas que producen alegría. Sé tu propio rayo de sol y atraerás un millón de rayos de sol. Sé tu propia fuente de tu propia alegría y atraerás todo y a todos los que puedan agregar a tu alegría. Al que tiene se le dará. Y ya tiene aquel que ha encontrado las riquezas de su propia naturaleza. Encontrar esas riquezas es el primer paso. Todo lo demás debe seguir. Todas las demás cosas serán agregadas.
Entonces lo que sea que venga, simplemente alégrate.
“Simplemente Alégrate” por Christian Larson – Wisdom Collection