El ser humano tiene posibilidades ilimitadas, pero como se ha considerado separado de Dios o del Bien, no ha podido demostrarlas. Sin embargo, sin duda, lo hará cuando finalmente alcance la actitud mental en la cual puede ver y sentirse a sí mismo como Uno con Dios. Entonces, él se hará consciente de que hay un suministro inagotable esperando sus demandas, deseos y necesidades. Porque el suministro Universal está siempre a mano y responde a todas las demandas que se le hagan. En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. En este Ser está el eterno “Yo” que habita dentro de cada átomo del mundo visible e invisible. Este “Yo” es el Padre que hace el trabajo.
En la búsqueda por la Verdad, muchos han captado el lado negativo y, a través de la ley mal aplicada, han aprendido que no han estado viajando hacia el polo positivo, Verdadero, de su existencia. Es un estado de ignorancia que debe superarse conquistando las condiciones negativas.
Debemos tener en cuenta que somos criaturas en crecimiento y lo negativo, o el llamado mal, no es más que un obstáculo en la ladera de la montaña para ser utilizado como un escalón por el pie del viajero; sus ojos y su alma deben estar fijos en la positiva verdad que le espera al vencedor. Solo podemos avanzar mediante el reconocimiento y la apropiación de esta verdad, la verdad de que detrás de todas las apariencias, en la esencia real de todo, solo existe el Bien.
La aplicación del pensamiento solo se puede hacer empleándolo diariamente en nuestro entorno, analizando lógicamente nuestra actitud hacia nuestras condiciones. El individuo nunca puede ser menos que la Gran Causa Única de la cual proviene. Nuestros problemas y aflicciones existen porque apartamos la mirada del verdadero carácter de la vida. Cuando dejamos de ver el “yo” – el Ser Real – estamos en el mar en un barco sin timón.
Para hacer uso de esta poderosa Verdad – la ciencia mental- debemos hablar la Palabra de Dios. No existe nada más que lo que representa a Dios, la Verdad eterna. Al pronunciar la Palabra afirmativa, buscamos hacer aquello que nos lleve cada vez más a la imagen de lo bello y verdadero, la expresión artística de lo que somos: el Ser Real.
La Inteligencia Universal vacía sus tesoros en las manos del individuo justo en la proporción en que hace un uso inteligente de su reconocimiento. Nuestras demandas deben asumir la actitud de certeza; debemos pedir como si la demanda ya hubiera sido concedida. No hay límite para el suministro y no es necesario que haya límite para nuestra demanda.
Comienza de inmediato esta práctica de pedir y luego ponte en una actitud receptiva para recibir aquello que has pedido. No te canses de tener tus manos listas para recibir la bendición, porque muchas veces nos desanimamos y dejamos caer nuestras manos demasiado pronto, y he aquí, hemos perdido lo que estaba listo para caer en ellas.
La primera aplicación de la ciencia mental debe hacerse en ti mismo. Llámate bueno y hermoso. Date una palmada en la espalda, por así decirlo, y elógiate hasta que seas consciente de la verdad de tus declaraciones. No puedes darte el lujo de posponer esto, comienza de inmediato a razonar en la conciencia de que tienes todo el poder sobre la enfermedad, la pobreza y esas condiciones anormales que pertenecen al lado negativo de la vida. Puedes hacer esto con sinceridad, porque ahora sabes que eres uno con Todo el Bien.
Enseñanzas de Nancy McKay sobre Ciencia Mental – Marcela Allen Herrera.
