Llamamos metafísica a la Ciencia de la Vida, porque conocer metafísica pura es renovar la vida y hacer imposible el accidente y la muerte.
Llamamos metafísica a la Ciencia de la Salud, porque conocer metafísica es estar perfectamente sano y libre de enfermedad de cualquier tipo.
Llamamos metafísica a la Ciencia de la Fuerza, porque conocer metafísica es ser fuerte más allá de cualquier fuerza que jamás se haya soñado. Nada es demasiado difícil para aquellos que son fuertes con la fuerza de la metafísica.
Llamamos metafísica a la Ciencia del Soporte, porque quien estudia la ciencia encuentra soporte viniendo a él de una nueva manera, y no puede llegar a estar en verdadera necesidad.
La profecía de Jeremías y de Isaías se cumple para quien estudia metafísica sin equivocarse en sus razonamientos. “Se le dará pan, sus aguas estarán seguras”.
Llamamos metafísica a la Ciencia de la Defensa o de la Protección, pues ningún mal puede llegar a ser la morada de quien pone su confianza en el principio enseñado por esta ciencia. “Su lugar de defensa serán las municiones de rocas.”
Esta ciencia de Vida, Verdad, Amor, Sustancia e Inteligencia es para todos los que la miran profundamente. Fuera de la metafísica, el mundo busca su vida por medio de actuaciones físicas; trabajando en maquinaria, los libros, las compras, la cocina, lavando, comiendo, gobernándose unos a otros, empleándose unos a otros, matando y usando animales, enviando la carne y los huesos hacia la tumba para ganarse la vida. Pero todo el sistema de vida por los esfuerzos materiales está equivocado. “Vuélvete hacia mí, ¿por qué vas a morir?” dijo el Espíritu. La muerte es la recompensa del duro esfuerzo por vivir mediante acciones materiales. Si miras en la Ciencia del Espíritu, verás que tu vida está destinada a ser sostenida por la Ciencia de Dios y no por la ciencia de la materia.
Dios es Espíritu, por lo tanto, es la Ciencia del Espíritu la que debemos estudiar cuando abrimos el razonamiento con la palabra “Dios”. Dios es el nombre de esa Inteligencia que, de su propia sustancia, te ha dado esa inteligencia que ahora tienes. Inteligencia es Mente. Por lo tanto, está claro que al abrir nuestro estudio con la palabra “Dios” estamos comenzando el estudio de la Mente.
Sólo por la Mente se nos ha enseñado que debemos vivir y ser fuertes. Sólo por la Mente somos apoyados y defendidos. Cuanto más avanzamos en la Ciencia, más confiados nos volvemos que es por las palabras que proceden de la boca de Dios que debemos vivir. Jesucristo enseñó esto. Él fue atendido por ángeles, y dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Esto significa que Dios tiene una manera de dar libremente de su mente palabras que harán vivir. Jesucristo dijo a la gente que sus palabras eran Vida. Habló del maná que los judíos habían comido mientras vagaban cuarenta años en el desierto, estaba tan lejos del verdadero pan, que todos los judíos habían muerto. Él mostró una y otra vez que la Palabra es un pan que mantendrá la vida en el cuerpo para siempre. “El que come de este pan vivirá para siempre”.
Si tomamos los significados absolutos, querido amigo, estamos obligados a decir que nuestra vida no necesita ningún esfuerzo material o físico para mantenerla para siempre. Sólo necesita la verdadera Palabra de Dios. No es beneficioso decir que nuestra vida no necesita ningún apoyo material. Sólo es beneficioso decir que nuestra vida necesita la Palabra de Dios.Podemos lanzar palabras verdaderas en el ámbito de la vida humana y su poder será el poder de Dios. El poder de Dios es libertad. Jesucristo dijo que todos los que conocieran la Verdad serían libres. ¿De qué quieres ser libre? Pecado, enfermedad, muerte; todos los males que el hombre teme están contenidos en estas tres palabras. De éstos la Palabra de Dios te libera absolutamente. La Palabra de Dios es Verdad. Dios sólo trabaja en la Verdad.
Extracto de “Practica Mental Cristiana Científica” por Emma Curtis Hopkins / Traducción de Marcela Allen Herrera
