Poniendo a Prueba El Secreto

Earl Nightingale.

30 DIAS PARA PONER A PRUEBA EL SECRETO MÁS EXTRAÑO

He explicado El Secreto más Extraño del Mundo y cómo funciona. Ahora me gustaría explicar cómo puedes probar las enormes ganancias posibles en tu propia vida, poniendo el secreto a una prueba práctica. Quiero que hagas una prueba que dure treinta días. No va a ser fácil, pero si lo intentas bien, cambiará completamente tu vida para mejor.  

En el siglo XVII, Sir Isacc Newton, el matemático inglés y filósofo natural, nos dio las leyes naturales de la física, que se aplican tanto a los seres humanos como al movimiento de los cuerpos en el universo. Y una de estas leyes es: “Para cada acción, existe una reacción igual y opuesta”. En términos simples, tal como se aplica a ti y a mí, significa que no podemos lograr nada sin pagar el precio. Los resultados de tu experimento de treinta días serán directamente proporcionales al esfuerzo que realices. Para ser médico, debes pagar el precio de largos años de difícil estudio. Para ser un exitoso vendedor – y recuerda que cada uno de nosotros tiene éxito en la vida en la medida de nuestra capacidad de vender – vender nuestra idea a nuestras familias; vender educación en las escuelas, vender a nuestros hijos las ventajas de vivir una vida buena y una vida honesta; Vender a nuestros asociados y empleados la importancia de ser personas excepcionales; y por supuesto, la profesión de venderse a sí mismo. Pero para tener éxito en vender nuestro camino de la vida buena, debemos estar dispuestos a pagar el precio. Ahora, ¿Cuál es ese precio? Bueno, son muchas cosas.  

Primero, es comprender emocionalmente e intelectualmente que literalmente nos convertimos en lo que pensamos; que debemos controlar nuestros pensamientos si queremos controlar nuestras vidas. Es comprender completamente que: “Como siembras, así cosecharás”.

Segundo, es cortando todas las cadenas de la mente y permitiendo que se eleve como fue diseñada divinamente para hacerlo. Es reconociendo que tus limitaciones son autoimpuestas, y las oportunidades para ti hoy son enormes, increíbles. Es elevándote por encima de las pequeñeces y los prejuicios de la mente estrecha.  

Tercero, es usando todo tu coraje para obligarte a pensar positivamente en tus propios problemas. Establece un objetivo claramente definido y deja que tu maravillosa mente piense en tu objetivo desde todos los ángulos posibles. Deja que tu imaginación especule libremente sobre muchas posibles soluciones diferentes. Niégate a creer que existen circunstancias lo suficientemente fuertes como para derrotarte en el cumplimiento de tu propósito. Actúa con prontitud y decisión cuando tu curso sea claro y constantemente sé consciente del hecho de que en este momento te encuentras en medio de tus propios “Acres de Diamantes” como señala Russel Conwell en su libro.

Y Cuarto, ahorra al menos diez por ciento de lo que ganes. También recuerda que no importa cuál sea tu trabajo actual, tiene enormes posibilidades si estás dispuesto a pagar el precio.

Repasemos los puntos importantes en el precio que cada uno de nosotros debe pagar para lograr la maravillosa vida que puede ser nuestra. Por supuesto, vale cualquier precio.

  • Uno: piensa constructivamente. Te convertirás en lo que piensas.
  • Dos: Imagina. Recuerda la palabra imaginación y deja que tu mente comience a volar.
  • Tres: Coraje. Concéntrate en tu objetivo todos los días.
  • Cuatro: Ahorra. Diez por ciento de lo que ganas.
  • Cinco: Acción. Las ideas no valen nada a menos que actuemos sobre ellas.


Ahora, resumiré la prueba de treinta días que quiero que hagas, teniendo en cuenta que no tienes nada que perder al hacer esta prueba y todo lo que posiblemente quieras ganar.

Hay dos cosas que se pueden decir sobre todos:

1) Cada uno de nosotros quiere algo, y

2) Cada uno de nosotros tiene miedo de algo.

Durante los próximos treinta días, sigue cada uno de estos pasos todos los días hasta que hayas alcanzado tu objetivo.

PRIMERO: quiero que escribas en una tarjeta lo que más quieres. Puede ser más dinero. Quizás te gustaría duplicar tus ingresos o ganar una cantidad específica de dinero. Puede ser una hermosa casa. Puede ser el éxito en tu trabajo. Puede ser una posición particular en la vida. Podría ser una familia más armoniosa. Cada uno de nosotros quiere algo.

 Escribe en tu tarjeta específicamente lo que quieres. Asegúrate de que sea un objetivo único y claramente definido. No necesitas mostrárselo a nadie, de hecho, a menudo es mejor no hacerlo. (No arrojes tus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes -Mateo 7:6)

Lleva la tarjeta contigo para poder verla varias veces al día. Piensa en tu objetivo de una manera alegre, relajada y positiva cada mañana inmediatamente cuando te levantes. Tú tienes algo por lo que trabajar, algo por lo que salir de la cama, algo por lo que vivir.

Observa el objetivo escrito en tu tarjeta cada vez que tengas la oportunidad durante el día y justo antes de acostarse por la noche. Mientras lo miras, recuerda que debes convertirte en lo que piensas, y como estás pensando en tu objetivo, te das cuenta de que pronto será tuyo. De hecho, realmente es tuyo en el momento en que lo escribes y comienzas a pensar en ello. Mira la abundancia que te rodea a medida que avanzas en tu trabajo diario. Tú tienes tanto derecho a esta abundancia como cualquier criatura viviente. Es tuya para pedir.

Ahora llegamos a la parte difícil. Difícil porque significa la formación de lo que probablemente sea un hábito completamente nuevo. Los nuevos hábitos no se forman fácilmente. Sin embargo, una vez formados, te seguirán por el resto de tu vida.  

SEGUNDO: Deja de pensar en lo que temes. Cada vez que un pensamiento temeroso o negativo entre en tu mente consciente, reemplázalo con una imagen mental de tu valioso y positivo objetivo. Y vendrán momentos en los que tendrás ganas de rendirte. Es más fácil para un ser humano pensar negativamente que positivamente. Es por eso que solo el cinco por ciento tiene éxito. Debes comenzar ahora a ubicarte en ese grupo. (cinco por ciento)

Durante treinta días debes tomar el control de tu mente. Pensarás solo en lo que te permitas pensar.

Cada día, durante esta prueba de treinta días, debes hacer más de lo que tienes que hacer. Además, mantén una actitud alegre y positiva, da más de ti mismo de lo que has hecho antes.  Haz esto sabiendo que tus retornos en la vida deben estar en directa proporción con lo que das.

En el momento en que decides un objetivo hacia el cual trabajar, inmediatamente eres una persona exitosa. Entonces estás en esa categoría poco común y exitosa de personas que saben hacia dónde van. De cada cien personas, tú perteneces a los cinco primeros.

No te preocupes demasiado en cómo vas a lograr tu objetivo. Deja eso completamente a un poder mayor que tú. Todo lo que tú tienes que hacer, es saber es hacia dónde vas. Las respuestas vendrán a ti por su propia cuenta y en el momento adecuado. Recuerda estas palabras del Sermón del Monte, y recuérdalas bien. Mantenlas constantemente ante ti durante este mes de tu prueba. “Pide y se te dará busca y encontrarás, llama y se te abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe”. Es tan maravilloso y tan simple como eso. De hecho, es tan simple, que en nuestro mundo aparentemente complicado, es difícil para un adulto comprender que todo lo que necesita es un Propósito y Fe.

Durante treinta días, haz lo mejor que puedas. Si eres un vendedor, hazlo como nunca lo has hecho antes, no de una manera frenética, sino con la tranquila y alegre seguridad de que el tiempo bien empleado, te dará a cambio la abundancia que deseas. Si eres una ama de casa, dedica tu prueba de treinta días a dar completamente lo mejor de ti, sin pensar en recibir algo a cambio y te sorprenderás de la diferencia que hará en tu vida. No importa cuál sea tu trabajo, hazlo como nunca lo has hecho antes y si has mantenido tu objetivo ante ti todos los días durante treinta días, te sorprenderás y te maravillarás de esta nueva vida que has encontrado.

Dorothea Brande, la destacada editora y escritora, lo descubrió por sí misma y habla de ello en su excelente libro “Despierta y Vive”. Toda su filosofía se reduce a estas palabras: “Actúa como si fuera imposible fallar”. Ella hizo su propia prueba, con sinceridad y fe, y su vida entera cambió a un éxito abrumador.



Ahora, realiza tu prueba por treinta días completos. No comiences tu prueba hasta que hayas resuelto mantenerla. Verás, al ser persistente, tú estás demostrando Fe. La persistencia es simplemente otra palabra para la fe. Si no tuvieras fe, nunca persistirías.

Si fallas dentro de los primeros treinta días, quiero decir que, si de pronto te encuentras abrumado por pensamientos negativos, debes comenzar de nuevo desde ese punto y continuar treinta días más.

Gradualmente, se formará tu nuevo hábito, hasta que te encuentres en una de esas maravillosas minorías para quienes prácticamente nada es imposible. Y no olvides la tarjeta. Es de vital importancia al comenzar esta nueva forma de vida. En un lado de la tarjeta, escribe tu objetivo, sea lo que sea. Por el otro lado, escribe las palabras que hemos citado del sermón del monte. “Pide y se te dará. Busca y encontrarás. Llama y ​​se te abrirá. Porque todo el que pida, recibirá”

En tu tiempo libre durante tu período de prueba, lee libros que te ayuden. Lee al menos quince minutos cada día. Libros inspiradores como La Bilia; “Despierta y Vive” de Dorothea Brand si aún puedes encontrar una copia, “La Magia de Creer” de Claude Bristol, “Piense y Hágase Rico” de Napoleon Hill, y otros libros que instruyen e inspiran.

Nada grandioso se ha logrado sin inspiración. Observa que durante estos primeros treinta días cruciales, tu propia inspiración se mantenga al máximo. Y sobre todo ¡no te preocupes! La preocupación trae miedo, y el miedo es paralizante.

Lo único que puedes causar que te preocupes durante la prueba, es intentar hacerlo todo tú mismo. Debes saber que todo lo que tienes que hacer es mantener tu meta delante de ti; todo lo demás se cuidará solo. Recuerda también mantener la calma y la alegría, no dejes que las cosas pequeñas te molesten y te desvíen.

Ahora, ya que realizar esta prueba es difícil, algunos dirán: “¿Por qué me tendría que tomar la molestia?” Bueno, mira la alternativa. Nadie quiere ser un fracaso. Nadie realmente quiere ser un individuo mediocre. Nadie quiere una vida constantemente llena de miedo, preocupación y frustración.

Por lo tanto, recuerda que debes cosechar lo que siembras. Si siembras pensamientos negativos, tu vida estará llena de cosas negativas. Si siembras pensamientos positivos, tu vida será alegre, exitosa y positiva.

Gradualmente, tendrás la tendencia a olvidar lo que acabas de aprender/escuchar. Lee esto nuevamente cada semana. Escucha la versión de audio. Sigue recordándote a ti mismo lo que debes hacer para formar este nuevo hábito. Reúne a toda tu familia a intervalos regulares y escucha lo que se ha dicho aquí.

La mayoría de las personas dirán que quieren hacer dinero, sin entender la ley. Las únicas personas que hacen dinero son las que trabajan en una casa de moneda. El resto de nosotros debemos ganar dinero. Esto es lo que hace que aquellos que siguen buscando algo por nada o un paseo gratis, fracasen en la vida. La única forma de ganar dinero es brindando a las personas servicios o productos que sean necesarios y útiles. Cambiamos nuestro tiempo y nuestro producto o servicio por el dinero de la otra persona.

Por lo tanto, la ley establece que nuestra ganancia financiera será directamente proporcional a nuestro servicio. El éxito no es el resultado de ganar dinero. Ganar dinero es el resultado del éxito, y el éxito está en directa proporción con nuestro servicio. La mayoría de las personas tienen esta ley al revés. Creen que tienes éxito si ganas mucho dinero. La verdad es que solo puede ganar dinero después de tener éxito. Es como el hombre que se para frente a la chimenea y le dice: “Dame calor y luego agregaré la leña”.  ¿Cuántos hombres y mujeres conoces, o crees que hay hoy, que adoptan la misma actitud hacia la vida? Hay millones. Tenemos que poner el combustible antes de que podamos esperar calor. Del mismo modo, primero debemos ser de servicio antes de que podamos esperar dinero. No te preocupes por el dinero. Debes ser de servicio, construir, trabajar, soñar, crear.

Haz esto y encontrarás que no hay límite para la prosperidad y la abundancia que vendrá hacia ti. La prosperidad se basa en una ley de intercambio mutuo. Cualquier persona que contribuya a la prosperidad, a su vez debe prosperar. A veces, el retorno no vendrá de aquellos a quienes sirves, pero debe llegar a ti desde algún lugar, porque esa es la ley. Para cada acción, existe una reacción igual y opuesta.

A medida que avanzas diariamente durante tu período de prueba de treinta días, tu éxito siempre será medido por la calidad y cantidad de servicio que prestas, y el dinero es una vara para medir este servicio. Ninguna persona puede hacerse rica, a menos que enriquezca a los demás primero. No hay excepciones a una ley. Puedes conducir por cualquier calle y desde tu automóvil estimar el servicio que prestan las personas que viven en esa calle. ¿Alguna vez has pensado en esta vara antes? Es interesante.

Algunos, como ministros, sacerdotes y otras personas devotas, miden sus ganancias en el ámbito de lo espiritual, pero del mismo modo, sus ganancias son iguales a su servicio. Una vez que se comprende esta ley, cualquier persona que piense, puede contar su propia fortuna. Si quieren más, deben ser más útiles para aquellos de quienes recibe su ganancia. Si quieren menos, solo tienen que reducir su servicio. Este es el precio que debes pagar por lo que deseas.

Si crees que puedes enriquecerte engañando a los demás, solo puedes terminar engañándote a ti mismo. Puede llevar algo de tiempo, pero tan seguramente como respiras, regresará lo que pusiste afuera. Nunca cometas el error de pensar que puedes evitar esto. Es imposible. Las cárceles y las calles donde pasea el solitario están llenas de personas que intentaron hacer nuevas leyes solo para ellos. Podemos evitar las leyes de los hombres por un tiempo, pero hay leyes más grandes que no se pueden transgredir.

Un destacado médico recientemente señaló seis pasos que te ayudarán a alcanzar el éxito.

1. Establecer un objetivo definido. 

2. Deja de tirarte a ti mismo hacia abajo.

3. Deja de pensar en todas las razones por las que no puedes tener éxito y, en cambio, piensa en todas las razones por las que si puedes tener éxito.

4. Analiza tus actitudes a través de tu infancia y descubre de dónde sacaste la idea de que no podrías tener éxito, si esa es la manera en que has estado pensando.

5. Cambia la imagen que tienes de ti mismo escribiendo una descripción de la persona que te gustaría ser. 6. Actúa como la persona exitosa en la que has decidido convertirte.

El médico que escribió esas palabras es un destacado psiquiatra de la costa oeste, el Dr. David Harold Fink. Haz lo que los expertos, desde los albores de la historia registrada, te han dicho que debes hacer: paga el precio y conviértete en la persona que deseas ser. No es tan difícil como vivir sin éxito.

Realiza esta prueba de treinta días, luego repítela y repítela nuevamente.

Cada vez se volverá más una parte de ti hasta que te preguntes cómo podrías haber vivido de otra manera. Vive de esta nueva manera y las compuertas de la abundancia se abrirán y derramarán sobre ti más riquezas de las que podrías haber soñado. ¿Dinero? Sí, mucho. Pero lo que es más importante, tendrás paz. Estarás en esa maravillosa minoría que lleva una vida tranquila, alegre y exitosa. Empieza hoy. No tienes nada que perder, pero tienes toda una vida que ganar.

Earl Nightingale – Traducción Marcela Allen Herrera


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