Prácticas recetas para superar momentos difíciles – Thomas Troward

Las siguientes lecciones fueron extraídas del libro de Genevieve Behrend “Cómo lograr tus deseos – dejando que tu Mente Subconsciente trabaje por ti”. Estos son prácticos consejos entregados directamente por el gran Científico Mental, Thomas Troward, en el año 1929.


Como fue dicho por Thomas Troward:

En esta lección quiero darte, en la forma más práctica, la manera mediante la cual puedas enfrentar las inquietantes cosas de la vida, las cosas que desgastan el cuerpo, el alma y el espíritu casi hasta el punto de destrozarla. Quiero que tomes estos consejos e instrucciones en tu vida más íntima y la mantengas iluminada y brillante con el uso diario. Te ayudarán cada hora a superar los elementos destructivos y a atraer los constructivos.  


Ansiedad

Cuando las condiciones no son como te gustarían y te encuentras pensando cada vez más en cuán infeliz eres a causa de ello, mantente al aire libre todo lo que puedas. Esfuérzate por caminar al menos tres kilómetros todos los días, respirando profundamente el aire fresco con este pensamiento: “Yo estoy respirando en la vida, el Amor y el Poder del universo en este momento”.

No permitas que tu pensamiento vuelva a caer en el antiguo surco. Llena tu mente con esta declaración acerca de ti mismo. Te han dado dominio sobre cada condición adversa a través de tu poder de pensamiento. Persiste en tu constante reconocimiento de este hecho. Di a ti mismo una y otra vez que todo está bien ahora en tu pensamiento y sentimiento, por lo tanto, las condiciones externas deben corresponder y lo harán.


Autocondena

 En el instante en que comiences a culparte a ti mismo por haber hecho algo incorrecto o por no haber hecho lo correcto, pone este pensamiento en tu conciencia con exclusión de todos los demás: “Infinita inteligencia y sabiduría se expresan en mí más y más en este momento”.

Realiza el ejercicio de flexionar el cuerpo desde las caderas (sin doblar las rodillas) para poder tocar el suelo con las puntas de los dedos, inhalando mientras levantas el cuerpo y exhalando cada vez que se doble. Repite este ejercicio dieciséis veces, acompañado por la afirmación que acabo de dar.


Autoindulgencia

Esto es provocado por la falta de fuerza de voluntad: una evidencia de una voluntad débil. Significa fracaso porque no tienes el poder de pensamiento para dar a la energía de vida no-formada el particular material de pensamiento necesario para producir los resultados deseados. El control mental absoluto (pensamiento) es la única cosa que es necesaria para que hagas, seas o tengas lo que deseas. Sin eso, dispersas tus fuerzas. Si permites que tus pensamientos corran sin restricción, las condiciones de tu vida se volverán caóticas.  

Por ejemplo: un amigo hace algo que tú no apruebas o tal vez tus circunstancias actuales son indeseables. No permitas que tu pensamiento se concentre en la injusticia de tu amigo, ya que pensar en ello solo te producirá una mayor infelicidad. Controla tu pensamiento y no pienses en este amigo en este respecto. En cambio, considera los muchos y hermosos atributos de la amistad y esto restaurará la armonía. Haz lo mismo con respecto a tus circunstancias desagradables. No las imagines mentalmente ni te digas a ti mismo: “¡Qué terribles son!” Sino que repite la gloriosa verdad a la que me he referido anteriormente: “Mi mente es un centro de operación divina, y la operación divina es siempre para un mayor avance y mejores cosas” Experimentarás esto si te aferras fielmente a esta línea de razonamiento.


Celos

Este es el mayor enemigo del amor y si se le permite habitar dentro de tu conciencia, finalmente destruirá tu capacidad de disfrutar tu vida. Es la reacción del miedo a la pérdida y se puede superar a través de la oración y la vigilancia. Razona en esta línea: “Dios es vida y Dios es amor. Yo soy vida y Yo soy amor. Yo no puedo perder el amor más de lo que puedo perder la vida”.

Cuando tengas la tentación de sentirte celoso, camina largas distancias con la mayor frecuencia posible y mantén tu pensamiento en el Amor mismo, no en la persona a la que amas, sino simplemente en el Amor y sus atributos. Piensa en Dios como Amor. Saca de tu mente todo pensamiento de personalidad y encontrarás que el amor brotará en ti como fuente de vida y amor eternos y llenará tu conciencia de principio a fin.


Decepción

Este sutil poder destructivo debe ser eliminado en todo momento por el reconocimiento de tu contacto directo con toda la alegría que existe, porque tú eres uno con su Fuente, el Bien Universal. Si la vida alegre no se expresa a través de los canales exactos que esperas, debes saber que lo hará a través de otros. La vida quiere expresar alegría a través de ti, porque te hizo un instrumento en el cual y a través del cual hacerlo. Porque estás aquí para ese propósito. Puedes y disfrutas de todo el bien que la Vida tiene para dar.

Realiza algunos ejercicios físicos mientras mantienes ese pensamiento. Uno bueno, es sentarse en una silla y tomar una respiración profunda; luego, exhala lentamente y mientras exhalas, flexiona gradualmente las caderas hasta que puedas tocar el piso con la punta de los dedos. Repite esto siete veces con la afirmación: “La alegría de Dios fluye en mí y a través de mí en este momento”.  


Descontento

Cuando este enemigo de la paz y la felicidad comience a avanzar, canta, canta, canta en voz alta si puedes, o hazlo mentalmente. Canta lo que quieras. Observa tu control de la respiración y cada noche pone en tu mente subconsciente el pensamiento de que Dios te trajo a la existencia con el propósito de expresar todas las armonías de la vida, tanto en ti como a través de ti, y es tu derecho divino estar en armonía y ser armonioso en tu experiencia diaria. Medita sobre la armonía que ves expresada en la naturaleza y procura aplicarla en tu pensamiento y luego expresarla.


Desaliento

Esto es un fracaso de tu parte en reconocer a la Todopoderosa Fuente Ilimitada de Suministro (Dios) como tu compañero cooperativo que nunca fallará. Cuando te asalten los pensamientos de desaliento, inmediatamente pregúntate: “¿Qué clase de poder fue el que me trajo a la existencia y con qué propósito?” Luego repite lenta y reflexivamente: “Yo creo y estoy convencido de que Dios es una fuente de protección y suministro siempre presente y que nunca falla”. Observa tus pensamientos para que no haya nada en contra de esta afirmación al acecho en los rincones de tu mente, y mantenla con toda la voluntad que tienes y romperás la sugestión de que hay algún poder en el desaliento.


Enfermedad

Si tu cuerpo es la expresión del pensamiento, entonces, la enfermedad debe ser el resultado de la creencia de que tu cuerpo está sujeto a la enfermedad. Di a ti mismo, muchas veces al día, que todas las enfermedades físicas son el resultado de pensamientos discordantes y cuando realmente hayas aceptado esta afirmación como una verdad, tendrás cuidado de mantener solo pensamientos sanos y armoniosos para ti u otro. Por ejemplo, si sientes que te viene un dolor de cabeza, empieza de inmediato a tomar respiraciones profundas y repite con cada respiración que respirar es Vida y que la vida es salud perfecta. “Yo estoy vivo, entonces la salud de la vida se está manifestando en mí ahora mismo”.


Envidia

La envidia se debe a una sensación de separación de Dios, el bien. Esfuérzate por comprender que todo lo que la vida tiene para dar está presente en su totalidad en todo momento y en todos los lugares, y llegará a una expresión visible a través del persistente reconocimiento de este gran hecho.


Indecisión

Esta es una falta de comprensión de que tu inteligencia es el instrumento a través del cual la Inteligencia del universo toma forma específica. Un esfuerzo por comprender este hecho debe ser un hábito de la mente, en lugar de intentos espasmódicos realizados sólo cuando surge la necesidad de tomar una decisión.


Infelicidad

Un estado de ánimo continuamente infeliz es el resultado directo de ver la vida constantemente desde el punto de vista físico como si fuera la única realidad de la vida. Todas las noches, antes de irte a dormir, pone en tu mente subconsciente este pensamiento: “Solo hay una Mente que piensa en mí o hace leyes en mí, y esa es la Mente del Amor Divino y el Poder Divino”. También por la mañana medita sobre este pensamiento. Utilízalo como escudo y protección a la primera sugestión de cualquier sentimiento de infelicidad. Pronto descubrirás que la tendencia a estar descontento e infeliz se desvanecerá y condiciones más felices entrarán en tu experiencia.


Ira

Cuando la ira comience a sacudirte, toma respiraciones profundas; mantén tu pensamiento en la entrada de la respiración como rayos de luz, respirando cada vez más profundamente. Continúa respirando profundamente hasta que hayas tomado veinticinco inhalaciones; sostén cada una mientras cuentas hasta siete. Luego, expulsa lentamente, manteniendo tu pensamiento firmemente en la inhalación, mentalmente viéndolo recorriendo todos sus pulmones y penetrando cada parte de tu cuerpo con los rayos de luz. Luego medita sobre cualquier pensamiento real sobre ti mismo, como ser uno con toda la vida y el bien. Un poco de práctica de esta manera pronto lo liberará de la tendencia a la ira. 


Miedo

Un escritor dijo que el miedo es el único demonio que existe. Ciertamente es el poder más destructivo que uno puede entretener. Cuando el miedo te asalte, cierra la puerta de tu mente contra el con este pensamiento positivo: “El único poder creativo que existe, es el pensamiento. Todas las cosas son posibles para aquel que cree que el Dios que trajo al hombre a la existencia lo hizo por el propósito de expresar su paternal amor y protección en sus hijos. Yo creo en Dios, el Padre Todopoderoso, como mi vida, mi inteligencia, manifestándose en mi consciencia ahora “.

Mientras piensas esto, camina enérgicamente o haz ejercicio extenuante. Siempre que sientas que el miedo regresa, inhíbelo instantáneamente sustituyéndolo por cualquier pensamiento que afirme el poder de Dios en ti. En resumen, el miedo se supera por completo retirando tu pensamiento de la razón física o el argumento que te hizo creer en un poder que no es Dios, y el espíritu de Vida y el Amor como tu derecho propio.


Sensibilidad

Una mente altamente sensible es simplemente una forma de egoísmo puro. Tus sentimientos están heridos porque alguien dice algo que no te gusta o hace algo que te desagrada. O, por el contrario, no ha dicho o hecho lo que tú crees que debería hacer. Para erradicar este nefasto hábito de pensamiento, utiliza el mismo método de argumentación que para la autoindulgencia, y si eres fiel en tu trabajo mental, tus esfuerzos serán recompensados y te liberarás.


Enseñanzas del Gran Cientifico Mental Thomas Troward – Wisdom Collection


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